A Víctor Benítez Morales le decían Conejo desde cuando jugaba en el Racing, un equipo de entusiastas palomillas que llevaba los mismos colores del famoso club de Avellaneda. Este prodigio del fútbol que le daba a la pelota en las pistas de Caquetá fue captado por el cazatalentos "El cholo" Rafael Castillo quien lo llevó a los infantiles de Alianza Lima en los albores de la década del 50.
Benítez, un muchacho moreno, de ojos claros, de hablar suave, con nervio de acero y gran velocidad, no tardó en llegar al primer equipo íntimo como defensor. Allí alternaría con el gran Guillermo Delgado a quien luego tomaría la posta como el gran caudillo en la zaga de aliancista. Desde 1954, con 19 años, compartiría con jugadores de la talla de Oscar Huaqui Gómez Sánchez y Félix Castillo. Con Alianza, el Conejo consiguió dos títulos nacionales.
Sus grandes actuaciones le valieron para ser convocado a la selección nacional. Destacó en los campeonatos sudamericanos de 1957 en Lima y especialmente en el de Buenos Aires en 1959 donde comandó la zaga del combinado nacional que le ganó por goleada 5-3 a Uruguay y empató 2-2 en un partido memorable con Brasil que venía de ser campeón mundial en Suecia 58.
Benítez, el gigante de Núñez destacó en La Crónica Pocho Rospigliosi y agregó que en aquella ocasión jugó en forma maravillosa. Desde el primer minuto estuvo genial en los rechazos, en la entrada de cabeza, en la anticipación. Fauleó cuando fue necesario y cosechó los mejores aplausos de la noche. Nos lo había dicho Brandao el entrenador del Palmeiras en Lima, Benítez es el mejor jugador del fútbol peruano. Y el Conejo lo confirmó frente a los campeones mundiales en cancha de River. (Andina)
Benítez, un muchacho moreno, de ojos claros, de hablar suave, con nervio de acero y gran velocidad, no tardó en llegar al primer equipo íntimo como defensor. Allí alternaría con el gran Guillermo Delgado a quien luego tomaría la posta como el gran caudillo en la zaga de aliancista. Desde 1954, con 19 años, compartiría con jugadores de la talla de Oscar Huaqui Gómez Sánchez y Félix Castillo. Con Alianza, el Conejo consiguió dos títulos nacionales.
Sus grandes actuaciones le valieron para ser convocado a la selección nacional. Destacó en los campeonatos sudamericanos de 1957 en Lima y especialmente en el de Buenos Aires en 1959 donde comandó la zaga del combinado nacional que le ganó por goleada 5-3 a Uruguay y empató 2-2 en un partido memorable con Brasil que venía de ser campeón mundial en Suecia 58.
Benítez, el gigante de Núñez destacó en La Crónica Pocho Rospigliosi y agregó que en aquella ocasión jugó en forma maravillosa. Desde el primer minuto estuvo genial en los rechazos, en la entrada de cabeza, en la anticipación. Fauleó cuando fue necesario y cosechó los mejores aplausos de la noche. Nos lo había dicho Brandao el entrenador del Palmeiras en Lima, Benítez es el mejor jugador del fútbol peruano. Y el Conejo lo confirmó frente a los campeones mundiales en cancha de River. (Andina)
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