El jefe de la oficina de Gestión Ambiental de la Universidad Nacional del Altiplano, Ángel Canales Gutiérrez, señaló que la quema de objetos como ropa usada, zapatos viejos, llantas, plásticos y otros emanan gases de dióxido y monóxido de carbono que provocan la contaminación de la atmosfera.
Resaltó que mediante un trabajo de investigación efectuado hace 15 años, se concluyó que la quema de objetos en la noche del 23 de junio era mayor, en relación al presente año. La población está cambiando de actitud y eso es positivo porque se reduce la contaminación al medio ambiente, dijo.
También hizo recuerdo que para lograr el cambio de actitud de las personas se tuvo que implementar la ordenanza municipal que prohíbe la quema de objetos. Este mismo documento dispone multar con el 5 % de una Unidad Impositiva Tributaria (UIT) a quienes quemen artículos orgánicos y 10% de una UIT a los ciudadanos que incineren materiales tóxicos.
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