¿Por qué los gobernadores han respaldado el pedido de cuestión de confianza?
Entendemos que los poderes del Estado se han mantenido en un esquema de confrontación y que la mayoría parlamentaria ha estado haciendo daño al Perú. Esas razones nos llevan a pensar que se deben resolver de una vez las propuestas de la reforma política.
En un escenario extremo, ¿estaría de acuerdo con el cierre del Congreso?
Tenemos que someternos a las reglas del juego y una disolución es parte de esas reglas. Además, también tendría que renunciar todo el gabinete. Sí preocupa la estabilidad económica y política, por eso espero que el Parlamento reflexione y acepte la cuestión de confianza.
¿Cree que el Poder Legislativo ha podido evitar esta situación?
Tuvieron la oportunidad en distintos momentos, desde que empezó su mandato. Pudieron dar muestra de que quieren anteponer sus intereses personales a los intereses de la nación. La cuestión de confianza debió pedirse hace tiempo. Ahora, el Congreso debe ser más generoso con el Perú y olvidarse de sus propios intereses.
¿Cómo afectaría la reforma política a los partidos?
Los fortalecería, porque ahora hay una especie de cacicazgos, es como si hubiera dueños de las organizaciones políticas y en vez de tener estructuras orgánicas, las decisiones están en manos de una cúpula.
¿Y a Acción Popular?
Vamos avanzando, pero la institucionalidad aún está débil, hay personajes que se creen dueños del partido.
¿Quiénes?
Están identificados en Cusco, en Lima, generando pugnas innecesarias por el poder y por sus posiciones personales.(Peru21)
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