viernes, 31 de mayo de 2019

¿Qué consecuencias tendrá la guerra fría tecnológica que libra EE.UU. contra China?


La inclusión de la empresa china Huawei en la lista negra comercial de EE.UU. constituye, de hecho, la creación de una "cortina de hierro" tecnológica, al prohibir la venta de tecnologías estadounidenses al gigante chino de las telecomunicaciones. De esta manera, la guerra comercial entre los dos países se convierte en una nueva guerra fría, señala Republic.

Ese enfrentamiento se está desarrollando en un terreno económico absolutamente diferente al que se dio en el siglo pasado entre EE.UU. y la URSS, cuyo intercambio comercial anual, a finales de la década de 1980, llegaba apenas al 0,25 % del comercio internacional de EE.UU. En 2018, China representóel 13 % del comercio exterior de EE.UU.

El presidente estadounidense, Donald Trump, explicó la prohibición de negocios con Huawei –que se suma al incremento de los aranceles sobre la importación de bienes chinos– como parte de una táctica que debe llevar a un arreglo beneficioso para EE.UU., que entonces cesará su boicot contra esa empresa.

Según Ren Zhengfei, presidente del consorcio chino, esa explicación es absurda, puesto que Huawei no tiene nada que ver con la guerra comercial de las superpotencias, y en realidad EE.UU. la ataca por su superioridad tecnológica.

Otra explicación: la integración civil-militar
En noviembre de 2018, el FBI y el Departamento de Justicia de EE.UU. crearon la llamada Iniciativa por la Amenaza China, una comisión encargada de detectar y prevenir el supuesto robo de secretos comerciales y tecnologías estadounidenses por parte de China.

Dado que Ren Zhengfei sirvió en el pasado como ingeniero en las Fuerzas Armadas del país asiático, los servicios secretos de EE.UU. sospechan que hay lazos sólidos entre Huawei y el Gobierno.

Esta preocupación podría tener fundamento, si se considera el curso que desde 2012 apunta en China hacia la integración entre las compañías tecnológicas civiles y militares. Esta política fue incluso asentada en la Constitución en 2017, lo que llevó a la creación de un órgano de supervisión de ese proceso.

EE.UU. ha estado llevando adelante una iniciativa similar, tras formar en 2015 la Defense Innovation Unit (Unidad de Innovaciones de Defensa), asentada cerca de la sede de Google en Silicon Valley. El Pentágono espera que esta estructura ayude a establecer lazos estrechos entre las empresas de arranque tecnológico y la industria de la defensa, a fin de contrarrestar el sistema civil-militar chino.

Otra organización, Defense Innovation Board, fue fundada en 2016 con tareas parecidas y la preside Eric Schmidt, a quien se conoce como la tercera persona más influyente en Google. Un mes antes de que Huawei capturara las primeras página de los medios, en abril, esta estructura publicó un informe que alertaba sobre "peligrosos avances" de China en la carrera tecnológica por el 5G.

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