A vísperas de conmemorar los 350 años de la ciudad de Puno, el alcalde Iván Flores Quispe, hace mea culpa y dice que no ha logrado hacerle frente al consumo de bebidas alcohólicas e indicó que no tuvo el apoyo de las organizaciones religiosas.
Admitió que en su gestión no hubo eficiencia para controlar el expendio y la venta de bebidas alcohólicas, a pesar de las diversas públicas que se habrían implementado en sus 4 años de gobierno.
Sin embargo, aclaró que en su gestión se ha tenido resultados positivos en la lucha contra la anemia, cuyos indicadores se habrían reducido hasta en un 8% a nivel de la ciudad de Puno.
El alcalde, dijo que son varios los proyectos que serán heredados a la próxima gestión municipal, entre ellos la construcción de las plantas de tratamiento, nosotros estamos hablando de proyectos grandes y no estamos hablando de proyectos pequeños, enfatizó la autoridad municipal.
De otro lado, informó que en la última sesión de consejo municipal y por mayoría de votos se aprobó crear la Gerencia de Tratamiento de Residuos Sólidos, el mismo se implementará en marzo del próximo año.
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