La costumbre de armar “mesas” para recibir a las almas, vuelve a rememorarse como todos los años, por los pobladores del Altiplano, en donde los hogares se preparan para recibir a sus seres queridos que partieron a la eternidad.
Desde el medio día de ayer, hasta el mediodía de hoy por un periodo de tres años consecutivos, los familiares instalan tómbolas llenas de t’anta wawas, qispiñus (panecillos de quinua), frutas, golosinas y delicias que gustaban al difunto en memoria del cual se armó la mesa.
En la ocasión se aprovecha para preparar diversos potajes, que gustaba al difunto. Mientras los “rezadores”, en grupos visitan a las viviendas donde se han instalado las tómbolas para recibir a cambio de sus oraciones una porción de lo colocado en las mesas.
Para hoy, los amigos y familiares visitaran los cementerios, haciendo el tradicional despacho, acompañados de música y comida que se sirve por la familia.
Desde el medio día de ayer, hasta el mediodía de hoy por un periodo de tres años consecutivos, los familiares instalan tómbolas llenas de t’anta wawas, qispiñus (panecillos de quinua), frutas, golosinas y delicias que gustaban al difunto en memoria del cual se armó la mesa.
En la ocasión se aprovecha para preparar diversos potajes, que gustaba al difunto. Mientras los “rezadores”, en grupos visitan a las viviendas donde se han instalado las tómbolas para recibir a cambio de sus oraciones una porción de lo colocado en las mesas.
Para hoy, los amigos y familiares visitaran los cementerios, haciendo el tradicional despacho, acompañados de música y comida que se sirve por la familia.
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