1. Sin heredero para Guerrero
La selección peruana ha echado mucho en falta el liderazgo de Paolo Guerrero, su capitán y máximo goleador histórico, que durante estos meses ha terminado de cumplir la última parte de los 14 meses de inhabilitación que se le impuso por un caso de dopaje.
Su sustituto natural, Jefferson Farfán, solo ha anotado un gol en estos últimos ocho partidos de la selección. Dos han sido obra de Édison Flores, que juega escorado a la izquierda. El peso goleador recayó sobre los centrocampistas, con tres de Pedro Aquino, uno de Christian Cueva y otro del defensa Luis Advíncula.
2. Defensa titular en horas bajas
Alberto Rodríguez y Christian Ramos, los dos experimentados defensas centrales que eran fijos en el once titular de Gareca durante el proceso clasificatorio para el Mundial, apenas han jugado en estos últimos meses.
Rodríguez ha estado lesionado los tres últimos meses y recién la pasada semana volvió a entrenarse con Universitario, mientras que Ramos pasó un largo período con poca actividad en el Al Nassr saudí y hace poco volvió al fútbol peruano para jugar en el Melgar.
3. Jugadores en ligas menores
Advíncula (Rayo Vallecano) es el único futbolista peruano que llegó a alguna de las grandes ligas europeas después de su paso por el Mundial de Rusia.
Por el contrario, André Carrillo, que fue el mejor jugador de Perú en la Copa del Mundo, prefirió cambiar a sus 27 años la Premier League inglesa por Arabia Saudí. También fue el caso del centrocampista Cristian Benavente, quien dejó el Charleroi belga para enrolarse en las filas del Pyramids de Egipto.
4. Sin plan B
El esquema de Gareca en Perú es fijo. Su 4-2-3-1 resulta inamovible, sin otras alternativas que puedan sacar mayor partido al plantel en determinadas situaciones del partido.
A ello tampoco ayuda el bajo rendimiento mostrado por algunos futbolistas claves en ese esquema, como son el centrocampista Renato Tapia (Feyenoord) o el lateral izquierdo Miguel Trauco (Flamengo).
5. Exceso de confianza
Perú pudo imponerse a dos de los tres rivales sudamericanos con los que jugó, habituales contendientes en las eliminatorias de clasificación para el Mundial, pero a cambio perdió con Costa Rica y El Salvador, dos selecciones centroamericanas frente a las que la Blanquirroja era a priori favorita.
Subestimar tanto los "Ticos" como a los salvadoreños puede haber pasado factura al equipo de Gareca, que todavía tendrá dos partidos para corregir errores antes de la Copa América, uno de ellos contra Colombia en Lima el 9 de junio y otro todavía con un rival porconfirmar. (Andina)
La selección peruana ha echado mucho en falta el liderazgo de Paolo Guerrero, su capitán y máximo goleador histórico, que durante estos meses ha terminado de cumplir la última parte de los 14 meses de inhabilitación que se le impuso por un caso de dopaje.
Su sustituto natural, Jefferson Farfán, solo ha anotado un gol en estos últimos ocho partidos de la selección. Dos han sido obra de Édison Flores, que juega escorado a la izquierda. El peso goleador recayó sobre los centrocampistas, con tres de Pedro Aquino, uno de Christian Cueva y otro del defensa Luis Advíncula.
2. Defensa titular en horas bajas
Alberto Rodríguez y Christian Ramos, los dos experimentados defensas centrales que eran fijos en el once titular de Gareca durante el proceso clasificatorio para el Mundial, apenas han jugado en estos últimos meses.
Rodríguez ha estado lesionado los tres últimos meses y recién la pasada semana volvió a entrenarse con Universitario, mientras que Ramos pasó un largo período con poca actividad en el Al Nassr saudí y hace poco volvió al fútbol peruano para jugar en el Melgar.
3. Jugadores en ligas menores
Advíncula (Rayo Vallecano) es el único futbolista peruano que llegó a alguna de las grandes ligas europeas después de su paso por el Mundial de Rusia.
Por el contrario, André Carrillo, que fue el mejor jugador de Perú en la Copa del Mundo, prefirió cambiar a sus 27 años la Premier League inglesa por Arabia Saudí. También fue el caso del centrocampista Cristian Benavente, quien dejó el Charleroi belga para enrolarse en las filas del Pyramids de Egipto.
4. Sin plan B
El esquema de Gareca en Perú es fijo. Su 4-2-3-1 resulta inamovible, sin otras alternativas que puedan sacar mayor partido al plantel en determinadas situaciones del partido.
A ello tampoco ayuda el bajo rendimiento mostrado por algunos futbolistas claves en ese esquema, como son el centrocampista Renato Tapia (Feyenoord) o el lateral izquierdo Miguel Trauco (Flamengo).
5. Exceso de confianza
Perú pudo imponerse a dos de los tres rivales sudamericanos con los que jugó, habituales contendientes en las eliminatorias de clasificación para el Mundial, pero a cambio perdió con Costa Rica y El Salvador, dos selecciones centroamericanas frente a las que la Blanquirroja era a priori favorita.
Subestimar tanto los "Ticos" como a los salvadoreños puede haber pasado factura al equipo de Gareca, que todavía tendrá dos partidos para corregir errores antes de la Copa América, uno de ellos contra Colombia en Lima el 9 de junio y otro todavía con un rival porconfirmar. (Andina)
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