Los padres entran preocupados en el hospital infantil Nº7 de Kiev para vacunar a sus hijos por el brote mortífero de sarampión que azota a Ucrania como consecuencia de una tasa de vacunación muy deficiente.
En un sólo día, este hospital público del centro de la capital ucraniana vacunó a 150 niños. "Es tres o cuatro veces más que de costumbre", afirma su directora, Oksana Gutova.
La enorme afluencia ha llevado al establecimiento a abrir los fines de semana. "En dos días, hemos agotado nuestra reserva de vacunas de sarampión, paperas y rubeola previstas para tres meses", reconoce un pediatra de un centro privado en Kiev.
Este interés repentino se debe a un brote de sarampión que mató a tres ucranianos en enero, obligando a algunos colegios a prolongar las vacaciones escolares para evitar contagios.(Andina)
En un sólo día, este hospital público del centro de la capital ucraniana vacunó a 150 niños. "Es tres o cuatro veces más que de costumbre", afirma su directora, Oksana Gutova.
La enorme afluencia ha llevado al establecimiento a abrir los fines de semana. "En dos días, hemos agotado nuestra reserva de vacunas de sarampión, paperas y rubeola previstas para tres meses", reconoce un pediatra de un centro privado en Kiev.
Este interés repentino se debe a un brote de sarampión que mató a tres ucranianos en enero, obligando a algunos colegios a prolongar las vacaciones escolares para evitar contagios.(Andina)
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