César Edwin Guerra Ramos, decano del Colegio de Ingenieros, informa que el peritaje que se realiza en la paralizada obra de drenaje pluvial de Juliaca – a la cual también fue invitado a participar – cuenta con un 40 por ciento de avance.
En el peritaje, indica que se ha dispuesto realizar un estudio hidrológico, topográfico, pagos al contratista y supervisor.
Para destapar los presuntos actos irregulares cometidos por la contratista Consorcio Uros, considera que hubiera sido pertinente hacer un peritaje desde la adjudicación del proyecto, ya que presume que los trabajadores dispuestos desde España, jamás viajaron a nuestro territorio.
Observó que, en el diseño planteado, y en la obra ejecutada del drenaje, se debió evaluar la cantidad de agua emanado en una precipitación pluvial máxima, además de instalar un sistema de limpieza de sedimentos y lodos.
“Hay que hacer sedimentadores, ya que Juliaca con la superficie que tiene y la presencia de cerros, hay mayor riesgo de que se colmaten los canales” dijo.
Señaló que el diseño hidráulicamente no tenía una estructura adecuada, ya que, para sedimentar desechos, en el proyecto se planteó la instalación de tapas en la parte superior de los canales; además de tubos corrugados, a la cual consideró técnicamente inválido para el propósito del proyecto.
Por otro lado, resalta el trabajo de los proyectistas, ya que, para fiscalizar el avance de una obra, a parte de la opinión técnica del residente y el supervisor, se requiere un criterio técnico del proyectista.
Lamenta que en las obras que se planifican, muchas veces no tienen una proyección de desarrollo, debido a que en los presupuestos participativos, sólo asisten las personas representantes de la sociedad civil, cuando se requieren técnicos para viabilizar los criterios técnicos.
En el peritaje, indica que se ha dispuesto realizar un estudio hidrológico, topográfico, pagos al contratista y supervisor.
Para destapar los presuntos actos irregulares cometidos por la contratista Consorcio Uros, considera que hubiera sido pertinente hacer un peritaje desde la adjudicación del proyecto, ya que presume que los trabajadores dispuestos desde España, jamás viajaron a nuestro territorio.
Observó que, en el diseño planteado, y en la obra ejecutada del drenaje, se debió evaluar la cantidad de agua emanado en una precipitación pluvial máxima, además de instalar un sistema de limpieza de sedimentos y lodos.
“Hay que hacer sedimentadores, ya que Juliaca con la superficie que tiene y la presencia de cerros, hay mayor riesgo de que se colmaten los canales” dijo.
Señaló que el diseño hidráulicamente no tenía una estructura adecuada, ya que, para sedimentar desechos, en el proyecto se planteó la instalación de tapas en la parte superior de los canales; además de tubos corrugados, a la cual consideró técnicamente inválido para el propósito del proyecto.
Por otro lado, resalta el trabajo de los proyectistas, ya que, para fiscalizar el avance de una obra, a parte de la opinión técnica del residente y el supervisor, se requiere un criterio técnico del proyectista.
Lamenta que en las obras que se planifican, muchas veces no tienen una proyección de desarrollo, debido a que en los presupuestos participativos, sólo asisten las personas representantes de la sociedad civil, cuando se requieren técnicos para viabilizar los criterios técnicos.
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