El papa Francisco y el rey Mohamed VI abogaron hoy en Rabat por la tolerancia y el diálogo entre el islam y el cristianismo, en la primera jornada de la visita del pontífice a Marruecos, que estuvo cargada de actos simbólicos.
El papa fue recibido en la escalerilla del avión por el rey, y en vehículos separados recorrieron los cinco kilómetros que separan el aeropuerto de la ciudad de Rabat entre una muchedumbre que los vitoreó a ambos lados de la carretera.
El primer acto de la jornada se desarrolló en la explanada de la Torre Hasán, el lugar más emblemático de Rabat, y junto a la mezquita del mismo nombre y el mausoleo donde reposan los restos del padre y del abuelo del rey Mohamed VI.
Primero tomó la palabra el monarca, que habló en cuatro idiomas -árabe, español, inglés y francés- para proclamar que las religiones monoteístas no son el motivo del radicalismo, sino su mejor freno.
Y así, recordó que él, en su calidad de "Emir al muminín" (príncipe de los creyentes) es el padre espiritual de musulmanes, judíos e incluso de los cristianos extranjeros que ejercen sus cultos en Marruecos con total libertad, aunque evitó mencionar que las conversiones de musulmanes al cristianismo están prohibidas en Marruecos.(Andina)
El papa fue recibido en la escalerilla del avión por el rey, y en vehículos separados recorrieron los cinco kilómetros que separan el aeropuerto de la ciudad de Rabat entre una muchedumbre que los vitoreó a ambos lados de la carretera.
El primer acto de la jornada se desarrolló en la explanada de la Torre Hasán, el lugar más emblemático de Rabat, y junto a la mezquita del mismo nombre y el mausoleo donde reposan los restos del padre y del abuelo del rey Mohamed VI.
Primero tomó la palabra el monarca, que habló en cuatro idiomas -árabe, español, inglés y francés- para proclamar que las religiones monoteístas no son el motivo del radicalismo, sino su mejor freno.
Y así, recordó que él, en su calidad de "Emir al muminín" (príncipe de los creyentes) es el padre espiritual de musulmanes, judíos e incluso de los cristianos extranjeros que ejercen sus cultos en Marruecos con total libertad, aunque evitó mencionar que las conversiones de musulmanes al cristianismo están prohibidas en Marruecos.(Andina)
No hay comentarios:
Publicar un comentario