Surgió en el Pacífico Sur hace miles de años. Hoy, jóvenes neoyorquinos estresados se despiden del alcohol y optan por el kava, una bebida levemente narcótica, para soportar largas jornadas laborales, a las multitudes en el metro y a Donald Trump.
La raíz, molida hasta convertirla en polvo, se mezcla con agua y luego se cuela. El kava puede tener el sabor de agua con barro y provocar arcadas si no se bate con fruta en un "kavatail", pero sus adeptos aseguran que mejora el humor y alivia el estrés de la vida moderna.
La bebida anestesia levemente la lengua y los labios, relaja y provoca euforia, sentimientos raros en una congestionada Nueva York, de cacofonía de ruidos, gritos y personas mal dormidas.
"Si hay una ciudad que necesita relajarse un poquito y calmarse es Nueva York", dice Harding Stowe, el propietario de Brooklyn Kava en Bushwick, un barrio que tiene una creciente escena artística y está rápidamente aburguesándose.(Andina)
La raíz, molida hasta convertirla en polvo, se mezcla con agua y luego se cuela. El kava puede tener el sabor de agua con barro y provocar arcadas si no se bate con fruta en un "kavatail", pero sus adeptos aseguran que mejora el humor y alivia el estrés de la vida moderna.
La bebida anestesia levemente la lengua y los labios, relaja y provoca euforia, sentimientos raros en una congestionada Nueva York, de cacofonía de ruidos, gritos y personas mal dormidas.
"Si hay una ciudad que necesita relajarse un poquito y calmarse es Nueva York", dice Harding Stowe, el propietario de Brooklyn Kava en Bushwick, un barrio que tiene una creciente escena artística y está rápidamente aburguesándose.(Andina)
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