Rene Calsín, historiador, nos comparte información valiosa a lo largo de la historia de la Festividad de la Candelaria, que nos hacen sentir orgullosos de nuestra devoción y cultura.
Narra que la Festividad de la Candelaria, tiene un apego de fe a la Virgen María, cuando llega por primera vez a Latinoamérica, y la muestra de devoción se centra en Copacabana un 2 de febrero de 1583. “En el Perú prehispánico hubo 3 lugares importantes de fe a la Virgen: Koricancha, Pachacamac y la Isla del Sol, pero la colonia utiliza Copacabana como zona próxima” dijo.
Sobre la advocación de la Candelaria, Rene Calsin señala que en el Corregimiento de Paucarcolla, en el año de 1696, viene a Puno el obispo de La Paz y visita todas las parroquias; en un informe suscribe: “Se cuenta con 3 vice parroquias: Toquepani, Inchupalla, Arcani a 9 leguas de Huancané”, es a partir de ese momento donde considera que ya se veneraba a la Virgen.
Para profundizar sobre los orígenes de la Virgen de la Candelaria, refiere que, durante la colonia, en Puno habitaban 2 poblaciones: uno en el Parque Pino, pueblo prehispánico conocido como “Puñuy”, y que posteriormente tiene la denominación de San Juan de Puno.
Mientras que el otro pueblo se establece en la Plaza de Armas, donde Conde de Lemos, establece una nueva población que tiene la categoría de Villa de Nuestra Señora de la Concepción y San Carlos.
Hasta ese entonces Puno tuvo 4 advocaciones, primera San Juan de Puno, cuyo templo se construyó en 1591, después florece un pueblo minero que llegó a ser capital de corregimiento (Paucarcolla) San Luis de Alba, entre los años 1657 – 1668. “Hay la segunda advocación: SAN LUIS”, dijo.
Después en 1678, el 9 de setiembre el virrey Conde de Lemos, establece la Villa, con 2 advocaciones: Nuestra Señora de la Concepción y San Carlos.
Cuando los dos pueblos se unieron y se denomina la Villa de Puno, el cronista, refiere que se empezó con la veneración de la Virgen de la Candelaria en las viviendas. De acuerdo a los vestigios recuperados, y en sustento a lo encontrado por el ingeniero, Ignacio Frisancho Pineda, que data en fecha 1 de agosto de 1707, un testamento da cuenta sobre la veneración a la Virgen de la Candelaria.
“El documento dice: 2 tabernáculos dorados con imágenes en bulto en el uno de la de un crucifijo, en el otro de una señora de la Candelaria” cita textualmente el documento.
Mientras que el segundo documento encontrado en Archivo Regional de Puno, en una memoria testamental de fecha 29 de febrero 1752, señala lo siguiente: “Declaro por mis bienes una caja de la imagen de Nuestra Señora de Copacabana y otra de bulto de la Candelaria sin vestuario”. “Eso demuestra que se veneraba a la Virgen de la Candelaria” señala.
El primer hecho milagroso, el mismo que permitió propagar el sentido de fe de la imagen, fue en el periodo de la revolución Tupac Amarista, cuando Puno era asediada por los patriotas, que querían tomar la Villa en 3 ocasiones.
“Históricamente se defendía el corregidor José de Orellana de los patriotas. Él pide ayuda y de Sicuani 17 mil hombres pasan por Ayaviri, llega a Azángaro y se enfrentan a Pedro Vilcapaza. Por las circunstancias de la guerra, sólo el 10 por ciento del total llegan a los altos de Puno, un día después de que las tropas patriotas abandonaron el campo de batalla” dijo el cronista,
Surge la interrogante: ¿por qué abandonaron el campo de batalla?.
Según narra, la noche del último día que acamparon los patriotas, algunos pobladores de Puno decidieron realizar una procesión de la Virgen de la Candelaria, desde el templo San Juan a la Villa, después de la procesión los patriotas descamparon, presumiendo que el ejército de la colonia estaba resguardando el cercado.
Como la quinta advocación recordada en Puno, recuerda que desde la revolución Túpac Amarista, y en fecha 23 de mayo de 1781 se registra una procesión a la virgen, un año después y en fecha 2 de febrero se instaura la Festividad Virgen de la Candelaria con muchos devotos, la misma que opaca a las otras 4.
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